La alfabetización digital es la capacidad de acceder, comprender, evaluar, comunicar y crear información a través de herramientas digitales de forma segura y efectiva. Para lograrlo, los usuarios, sin importar la edad, requieren un conjunto de conocimientos y habilidades que les permitan desenvolverse en el mundo de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC). Sin embargo, este concepto va mucho más allá del uso del celular o el computador.
La alfabetización digital abarca la posibilidad de encontrar y utilizar información en línea, desarrollar un pensamiento crítico para analizar la veracidad de los contenidos, identificar fuentes confiables y reconocer sesgos o noticias falsas. También implica comunicarse de manera efectiva y generar contenidos en distintos formatos como texto, imágenes o videos con el apoyo de herramientas digitales.
Su importancia radica en que ofrece autonomía, fomenta la participación en la sociedad digital y favorece la toma de decisiones informadas. En el caso de las personas mayores, la alfabetización digital resulta clave porque facilita la conexión con familiares y amigos y amplía el acceso a servicios esenciales como la salud o el transporte.
Existen diferentes niveles de alfabetización digital. El primero es el básico, que permite aprender a manejar dispositivos y aplicaciones. En el nivel más avanzado, se desarrollan habilidades como la creación de contenidos, la resolución de problemas complejos y la construcción de una perspectiva crítica frente a las tecnologías.
Alfabetización digital en personas mayores
En Colombia, alcanzar incluso un nivel básico de alfabetización digital resulta complejo para muchos adultos mayores. Según datos de la Fundación Saldarriaga Concha y el Departamento de Integración Social, en 2021 solo el 36,3% de este grupo poblacional tenía acceso a internet. Además, el DANE reportó que el 60,5% de los adultos mayores no usa internet porque no sabe cómo hacerlo, una brecha aún más amplia en las zonas rurales.
Con el fin de responder a este desafío, los gobiernos han promovido programas de inclusión digital para personas mayores. Un ejemplo fue CiberPaz, iniciativa en la que se certificaron 108 beneficiarios, en su mayoría adultos mayores. En este proceso, aprendieron desde encender y manejar un computador hasta realizar compras en línea, utilizar la banca virtual y aplicar principios de ciberseguridad. También exploraron aplicaciones móviles, editaron fotos y videos, se familiarizaron con redes sociales y tuvieron un primer acercamiento a herramientas de inteligencia artificial como ChatGPT.
Aunque estas iniciativas representan un avance, aún es difícil determinar su impacto real, ya que no se han publicado nuevos estudios que midan resultados a largo plazo.
Beneficios de la alfabetización digital en adultos mayores
La alfabetización digital aporta múltiples ventajas a las personas mayores. Una de ellas es la autonomía, ya que permite consultar información médica, realizar trámites o gestionar cuentas sin depender de terceros. También reduce la soledad y el aislamiento social al facilitar la comunicación con familiares y amigos por medio de videollamadas y aplicaciones de mensajería.
Otra ventaja es el acceso a información y entretenimiento. Las plataformas digitales brindan noticias, cursos, actividades culturales y recursos de ocio que enriquecen la vida diaria y favorecen el aprendizaje continuo. Además, la alfabetización digital contribuye al bienestar emocional y psicológico, ya que ayuda a las personas mayores a mantenerse activas y conectadas. Estudios en residencias de España mostraron que la digitalización elevó los niveles de satisfacción social y emocional, con puntuaciones superiores a 8 en una escala de 10.
En definitiva, la alfabetización digital no solo abre la puerta a nuevas oportunidades, también se convierte en un factor determinante para garantizar un envejecimiento más activo, autónomo y conectado
Hogar geriátrico: precios y factores que influyen
Hablando específicamente de precios, los costos de los hogares geriátricos pueden variar significativamente en función de diversos factores como la ubicación, los servicios ofrecidos y el tipo de habitación. De acuerdo con datos de Valora Analitik, en ciudades como Bogotá, las tarifas mensuales oscilan entre $1.000.000 y $4.200.000 de pesos.
Por ejemplo, los hogares que ofrecen servicios básicos, como habitaciones compartidas y atención médica mensual, tienden a tener precios más accesibles, que van desde los $600.000 hasta $1.500.000 de pesos mensuales. Sin embargo, aquellos que cuentan con servicios más completos, como terapia física, alimentación especializada, actividades recreativas y atención las 24 horas del día, pueden alcanzar tarifas mucho más elevadas, superando incluso los $10.000.000 mensuales, especialmente en residencias premium.