Los cuidados paliativos en adultos mayores buscan mejorar la calidad de vida de personas con enfermedades graves cuyo pronóstico médico es terminal. No se enfocan en curar la enfermedad, sino en aliviar el dolor y otros síntomas físicos y psicológicos. También incluyen apoyo emocional tanto para el paciente como para su familia. Representan una forma de acompañar con dignidad al adulto mayor en la última etapa de su vida.
En estos casos, los cuidados paliativos en adultos mayores se centran en el alivio del dolor y la dificultad respiratoria que puede aparecer en enfermedades como el cáncer. La mayoría de los pacientes que requieren este tipo de atención tienen un pronóstico de vida aproximado de seis meses, tiempo en el que necesitan acompañamiento continuo y adecuado.
El cohousing senior surge como respuesta a fenómenos sociales y demográficos como la necesidad de reducir la soledad y el aumento del número de personas mayores. Diversos estudios han demostrado que las personas mayores que envejecen acompañadas disfrutan de mejor calidad de vida y crean relaciones significativas.
Los cuidados paliativos en adultos mayores con enfermedades terminales ofrecen beneficios que van más allá del manejo del dolor. Permiten que el paciente ejerza su derecho a una muerte digna, sin confundirse con el concepto de muerte asistida. Se busca bienestar físico y emocional y, cuando es posible, mantener la sensación de autonomía del paciente al darle participación en las decisiones sobre su atención.
Para el sistema de salud también representan una ventaja, ya que evitan tratamientos innecesarios y de poco beneficio. Cuando el pronóstico es terminal, someter al paciente a procedimientos invasivos sólo incrementa el sufrimiento, especialmente en edades avanzadas.
El cohousing senior surge como respuesta a fenómenos sociales y demográficos como la necesidad de reducir la soledad y el aumento del número de personas mayores. Diversos estudios han demostrado que las personas mayores que envejecen acompañadas disfrutan de mejor calidad de vida y crean relaciones significativas.
¿Dónde se prestan los cuidados paliativos?
Depende de la condición del paciente y de su capacidad para decidir. Algunos hospitales y clínicas cuentan con unidades de cuidados paliativos donde se ajustan medicamentos y tratamientos para controlar los síntomas. Esto es necesario cuando la persona requiere equipos médicos específicos que solo se encuentran en un entorno hospitalario.
Sin embargo, en enfermedades como algunos tipos de cáncer o en las etapas avanzadas del Alzheimer, el adulto mayor puede permanecer en su hogar hasta el final de la vida. En estos casos, el equipo médico entrega los medicamentos necesarios y los cuidadores se encargan de administrarlos.
También es posible que el paciente se encuentre en un hogar geriátrico. En estas residencias, los cuidados paliativos en adultos mayores implican evaluar la última etapa de vida del residente, identificar sus necesidades y diseñar planes personalizados que atiendan aspectos físicos, emocionales, sociales y espirituales. Para esto, resulta esencial la adecuada formación del personal en manejo de síntomas, comunicación clara y apoyo emocional. La familia debe mantenerse informada y acompañada durante todo el proceso.
El objetivo es crear un ambiente compasivo que preserve la dignidad del adulto mayor y garantice bienestar. Las visitas de los seres queridos deben facilitarse y respetarse. La coordinación con equipos médicos externos y hospitales es fundamental para asegurar una atención ética y adecuada.
En estos casos, conviene confirmar que el hogar geriátrico cuenta con experiencia en cuidados paliativos y con un enfoque centrado en el paciente y su familia.
Hogar geriátrico: precios y factores que influyen
Hablando específicamente de precios, los costos de los hogares geriátricos pueden variar significativamente en función de diversos factores como la ubicación, los servicios ofrecidos y el tipo de habitación. De acuerdo con datos de Valora Analitik, en ciudades como Bogotá, las tarifas mensuales oscilan entre $1.000.000 y $4.200.000 de pesos.
Por ejemplo, los hogares que ofrecen servicios básicos, como habitaciones compartidas y atención médica mensual, tienden a tener precios más accesibles, que van desde los $600.000 hasta $1.500.000 de pesos mensuales. Sin embargo, aquellos que cuentan con servicios más completos, como terapia física, alimentación especializada, actividades recreativas y atención las 24 horas del día, pueden alcanzar tarifas mucho más elevadas, superando incluso los $10.000.000 mensuales, especialmente en residencias premium.