Aunque a menudo se usan como sinónimos, existe una diferencia entre Alzheimer y Demencia Senil. La demencia no es una enfermedad específica, sino un término que describe un conjunto de trastornos que afectan al cerebro. En contraste, el Alzheimer sí es una enfermedad puntual y representa la forma más común de demencia en el mundo, con entre el 60% y el 80% de los diagnósticos.
La demencia engloba síntomas como pérdida de memoria, dificultades en el lenguaje, problemas para resolver situaciones cotidianas y alteraciones en el pensamiento. Estos síntomas, junto con otros signos clínicos, permiten diagnósticos como la Demencia con cuerpos de Lewy, la Demencia frontotemporal o la Demencia asociada a la enfermedad de Parkinson, entre otras.
En conclusión, la demencia es un síndrome que agrupa varios trastornos cognitivos, mientras que el Alzheimer es una enfermedad específica dentro de este espectro, caracterizada por cambios estructurales y químicos en el cerebro que deterioran progresivamente la memoria y las funciones cognitivas.
¿La demencia hace parte del envejecimiento?
Aunque el envejecimiento natural conlleva ciertos cambios en la función cerebral, la demencia no es una consecuencia normal de la edad. El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa que puede aparecer en edades medias y volverse evidente en la vejez, ya que avanza de manera progresiva.
Su causa exacta aún se desconoce, aunque se sabe que factores como los genes, el entorno y el estilo de vida pueden influir. Actualmente no existe una cura, pero sí tratamientos que retrasan la progresión de la enfermedad y alivian algunos síntomas.
Alzheimer y envejecimiento
El Alzheimer es la forma más frecuente de demencia en personas mayores. El Instituto Nacional sobre el Envejecimiento (NIA) señala que la edad es el principal factor de riesgo: la mayoría de casos se diagnostican después de los 65 años, y solo un 10% antes de esa edad.
Se estima que 1 de cada 13 personas entre 65 y 84 años, y una de cada tres mayores de 85, viven con Alzheimer.
La ciencia aún investiga por qué esta enfermedad afecta especialmente a los adultos mayores. Se sabe que los cambios cerebrales relacionados con la edad dañan neuronas y otras células cerebrales, contribuyendo a su desarrollo.
Los síntomas más comunes incluyen pérdida de memoria de eventos recientes, problemas de comunicación, dificultades de razonamiento, desorientación, alteraciones en el estado de ánimo y cambios de personalidad. Con el tiempo, la enfermedad progresa en etapas y limita cada vez más la capacidad de la persona para realizar actividades cotidianas.
Alzheimer y hogares geriátricos
Tras un diagnóstico, muchas familias optan por un hogar especializado para garantizar el bienestar del adulto mayor. Estos centros ofrecen cuidados adaptados, estimulación cognitiva, apoyo emocional y asistencia en las tareas diarias.
Esta decisión es clave para mejorar la calidad de vida, especialmente cuando los cuidadores no cuentan con las herramientas necesarias para afrontar la enfermedad.
En Mayor Vida, entre 2020 y 2024 hemos asesorado a más de 11.300 familias en la búsqueda de hogares, y cada mes recibimos en promedio 600 solicitudes. El 82% de quienes nos contactan son mujeres y cerca del 80% busca un hogar debido a problemas de salud. De estos casos, el 77% está relacionado con demencias, principalmente Alzheimer, y el 13% con dificultades de movilidad.
Si estás buscando un hogar especializado en el cuidado de personas mayores con Alzheimer o demencia, en Mayor Vida te asesoramos para encontrar la mejor opción.
Hogar geriátrico: precios y factores que influyen
Hablando específicamente de precios, los costos de los hogares geriátricos pueden variar significativamente en función de diversos factores como la ubicación, los servicios ofrecidos y el tipo de habitación. De acuerdo con datos de Valora Analitik, en ciudades como Bogotá, las tarifas mensuales oscilan entre $1.000.000 y $4.200.000 de pesos.
Por ejemplo, los hogares que ofrecen servicios básicos, como habitaciones compartidas y atención médica mensual, tienden a tener precios más accesibles, que van desde los $600.000 hasta $1.500.000 de pesos mensuales. Sin embargo, aquellos que cuentan con servicios más completos, como terapia física, alimentación especializada, actividades recreativas y atención las 24 horas del día, pueden alcanzar tarifas mucho más elevadas, superando incluso los $10.000.000 mensuales, especialmente en residencias premium.