Hablar de confianza suena aparentemente como un tema de cercanía entre unos y otros, pensamos de manera inmediata en amistades y cercanías, pero realmente la confianza es una habilidad que se puede y debe trabajar de manera consciente; empezando por la confianza en nosotros mismos y continuando por extender confianza a otras personas.
Aquellos líderes que han marcado la historia, han sido personas que consistentemente han demostrado ser confiables, coinciden en algunos comportamientos confiables que de forma repetitiva
demuestran en su diario vivir, en sus negocios, en sus relaciones familiares y en sus actividades del día a día.
Personas que cierran un negocio con un apretón de manos porque sus agendas son claras y transparentes; personas que hablan con la verdad de forma directa; personas que no hablan a espaldas de otros y que de forma humilde tratan a todos por igual.
Es impactante ver cómo algunas personas consideran que la confianza es un tema de líderes espirituales o personas bondadosas que han dedicado su vida a ayudar a otros, pero la confianza es un indicador clave en el mundo de los negocios y un potencializador de los resultados sostenibles a lo largo del tiempo.
Por esa razón, si hablamos de confianza debemos partir de dos dimensiones: la confianza personal que es aquella que emana de la esencia de cada individuo o que surge del ser, y la capacidad de mantener y trabajar constantemente en conductas que son típicas de alguien que es consciente del poder de esta habilidad.
Existen conductas identificadas que podemos trabajar para fortalecer los niveles de confianza, algunas de estas son:
Si no cumplimos los compromisos con nosotros mismos, mucho menos lo haremos con otras personas a nuestro alrededor.
Es importante revisar aquellos acuerdos con nosotros que estamos pasando por alto en el camino del día a día.
Otro aspecto importante es la manera de extender confianza a otras personas, algunos ejemplos típicos en los cuales afectamos la confianza con otros son:
La confianza es una llave que abre y cierra puertas de forma tajante en cualquier relación, y es en esta interacción con el mundo que olvidamos revisar si esa “letra menuda” de nuestros comportamientos está generando desconfianza.
Por ejemplo, cuando traspasamos una norma ciudadana, pagamos menos por algo que vale más, o sencillamente decimos mentiras para favorecer nuestro beneficio en un acuerdo.
Para extender confianza a otros debemos revisar este tipo de conductas y revisar algunos paradigmas que el entorno o la sociedad han ido arraigando en nuestra mente, y que sin lugar a dudas perjudican mis niveles de confianza con otros, con paradigmas tales como “el mundo es de los vivos” o “si yo gano alguien tiene que perder”.
Un aspecto fundamental para generar confianza en nuestras relaciones es dar resultados, es fundamental que nuestra historia de resultados pueda ser testimonio de que somos personas confiables, y para esto debemos fortalecer nuestras habilidades en aquellas tareas/actividades a las que nos dedicamos.
Esas competencias propias de nuestro trabajo y/o negocio que en sinergia con las conductas de alta confianza mencionadas anteriormente, nos permiten aumentar nuestro nivel de confianza.
Las marcas y organizaciones son entidades lideradas por personas. Por este motivo se dice que “las empresas o marcas se parecen a sus líderes”, siendo que una marca deberá también sostener conductas de alta confianza como:
Cuando las marcas no generan confianza sus resultados no son sostenibles, es por este motivo que el desafío más importante que tiene una marca es generar un posicionamiento confiable en la mente de sus clientes o consumidores.
Muchas personas han alcanzado grandes resultados en sus vidas, pero no son seres confiables, son aquellas que en algún momento de su vida se han venido abajo, su cima ha durado poco, y su realización ha sido fugaz.
Algunas otras logran grandes resultados acompañados de un carácter confiable y son estas las que logran resultados sostenibles en el tiempo, se sienten realizadas y a pesar de que a veces su recorrido es más largo, logran la verdadera realización.
La CONFIANZA es una habilidad que lo cambia todo, que se trabaja y se desarrolla y no es un talento.
Tal vez este es un buen momento para empezar a trabajar esta habilidad.
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